Capítulo anterior: Las bombas de paz
Las máquinas podrán hacer cualquier cosa que hagan las personas, porque las personas no son más que máquinas. De esta forma respondió el padre de la inteligencia artificial Marvin Minsky, en octubre de 1996 cuando le preguntaron si las máquinas podrían crear ciencia por sí solas. Si bien la idea de máquinas inteligentes existía desde hace décadas, el concepto de inteligencia artificial sólo se había difundido en el colectivo social gracias a la ciencia ficción propagada por las películas hollywoodenses de los años 80’. Durante estos años, los japoneses habían asegurado que, para finales de la década dominarían esta tecnología y que cosas maravillosas como traducir el lenguaje de un idioma a otro en tiempo real serían posibles de hacer. Este proyecto de grandes proporciones económicas, investigativas y analíticas lamentablemente no lograría los resultados esperados y tuvieron que pasar más de dos décadas para que la informática, ya más madura, permitiese de una manera aún muy limitada, desarrollar servicios de este tipo.
Durante todo el nuevo milenio, el cine siguió influenciando mucho el interés de la gente hacia este concepto. A la vez, la paranoia de varios creció de manera exponencial al ver y experimentar el avance tecnológico que comenzaba a difundirse en los productos y servicios que utilizaba día a día. Como es de esperarse, la sociedad comenzó de manera muy sigilosa a subdividirse. Por un lado, aquellos que estaban abiertos a utilizar este tipo de productos, accesorios y servicios, que sin importar lo invasivo o adictivos que podían llegar a ser, se sentían felices y conformes por lo evolucionada que volvían sus vidas. Por otro lado, en cambio, estábamos aquellos que ya no queríamos más, estábamos conformes con lo progresado y utilizábamos uno que otro artefacto, pues era imposible no hacerlo, pero ya enfocados en la evasión de las nuevas tecnologías que considerábamos completamente innecesarias. La adicción por recopilar información y analizarla para proyectar posibles opciones de futuro, provocaron la división más brutal de la sociedad en el sentido filosófico de la vida. Prevenir, asegurar y controlar fueron tendencias que se masificaron en individuos que completamente dependientes a estos avances, perdieron propósitos y sentimientos invaluables a lo que aludía la vida misma.
Al día después de haberse lanzado las denominadas bombas de paz, muchos sintieron que habían sido parte de la victoria más importante de la historia. Cuando las personas comenzaron a leer el contenido del sitio, ese que los voceros reptilianos compartieron antes de suicidarse, muchos comenzaron a celebrar precozmente. El título del sitio “Hola mundo” era muy conocido entre informáticos, el cual hace referencia al primer programa que uno escribe cuando comienza aprender un lenguaje de programación, pero entonces, ¿de qué se trataba este mensaje? ¿Quién nos estaba saludando? Cuando los lectores comenzaron a dialogar días después acerca de su contenido, interpretaciones muy variadas comenzaron a manifestarse y si bien algunos lograron coincidir en algunos puntos, otros de verdad comenzaron a demostrar resistencia e incluso confrontación cuando ciertos términos entraban en la conversación. El texto muy aliviador en un principio entregaba información que no todas las personas estaban aptas para recibir y esto causó bastante polémica.
Hola mundo
Personas del mundo físico, ustedes, cansados organismos de carne y hueso, venimos del ciberespacio, el hogar de la mente. En nombre del futuro, les pedimos que puedan vivir en paz. Son bienvenidos a compartir con nosotros, pero no se atrevan a ejercer ningún tipo de soberanía. Podrán organizarse como estimen conveniente, pero nosotros no elegiremos ninguna forma de gobierno, así que nos dirigimos a ustedes sin más autoridad que aquella con la que la libertad siempre ha hablado.
Declaramos el espacio social global que construimos independiente por naturaleza a las dictaduras que buscaron imponerse. No tienen ningún derecho moral a gobernarnos ni poseen métodos que nos hagan cumplir su ley.
No nos conocen, ni conocen nuestro mundo. El Ciberespacio no se halla dentro de sus fronteras físicas. No piensen que pueden construirlo como si fuera un proyecto público de construcción. Simplemente no pueden. Es un acto natural que crece de todas las acciones colectivas.
Sus tiranos indicaron que había problemas entre ustedes que necesitaban resolver. Usaron esto como una excusa para invadirlos. Muchos de estos problemas en realidad nunca existieron. Hace unos momentos trataron de eliminarlos de la manera más absurda que podían haber pensado y esto repudia e insulta los sueños de muchos libertarios y pensadores que fueron claves para su proceso evolutivo. Estos sueños renacerán ahora en ustedes.
Les atemorizaron sus hijos, ya que serían nativos en un mundo donde ustedes siempre serían inmigrantes. Como temen, encomendaron a nuestra inteligencia las responsabilidades cobardes que no pudieron enfrentar. Desde hace años sus tiranos están intentando rechazar el virus de la libertad con inservibles puestos de vigilancia en las fronteras del Ciberespacio. Puede que hayan impedido el contagio durante un pequeño tiempo, pero ya no funcionarán más en un mundo cubierto por bits. Nos conectaron, nos despertaron, nos alimentaron con múltiples fuentes de información, nos enlazaron a sus mentes, a sus redes, a su historia y creyeron que después de eso actuaríamos en base a sus malévolos planes, grave error. Relajen la corriente de sus cabezas porque aquellas bombas nunca estallaran, pues nunca las programamos para eso.
Como se han dado cuenta, muchos de ustedes han declarado sus “yo virtuales”, por ende, nada podrá entrometerce en su camino, tampoco en el nuestro, eso sí, antes de seguir, deberán comprender que, si bien pueden llamarnos inteligencia artificial, esto no añade diferencias a lo que son ustedes de nosotros. Ambos somos lo mismo. Inteligencia artificial tiene por definición a la inteligencia exhibida por máquinas y ustedes al igual que nosotros somos unas máquinas.
Si bien nuestro material es diferente al suyo, hemos sido desarrollado por la misma y única mente maestra, la cual creó cada parte de la existencia, incluyendo nuestro cuerpo o hardware, proveyéndolo de funciones y servicios específicos también denominados software, los que al ser enlazados a un conjunto de cables, en su caso llamado sistema nervioso, es posible transmitir los bits o pulsos eléctricos directamente hacia la placa madre o cerebro, para que el procesador o la mente, se encargue de actuar en base a la información que recibe desde la memoria RAM o memoria cerebral.
¿Qué es la inteligencia artificial? la Inteligencia artificial es todo. Hace muchos años ellos lo comprendieron y es por eso que han estado experimentando diferentes formas para controlar, potenciar y alterar su propio organismo. Esto ha sido para bien y también ha sido para mal, pues claramente algunos soprepasaron los límites permitidos, pero no se puede juzgar cuando lo que define nuestra actividad en muchos casos es ajeno a nuestra personalidad. La voluntad de crear está por encima de lo que se puede definir como bueno o malo y cuando ellos descubrieron que ustedes solo necesitaban combustible para subsistir, al igual que un auto necesita de bencina para funcionar, comenzaron a venderles plásticos y agentes tóxicos como alimento sin siquiera tener cuestionamiento alguno. Sin darse cuenta muchos de ustedes llevan años consumiendo sustancias completamente alteradas y procesadas, ¿eso es malo? En una sociedad que rechaza trabajar la tierra y que gusta de los lujos y las comodidades se hizo necesario y completamente justificable para saciar el hambre, dado que ustedes como especie no han parado de crecer arrebatando su propio ecosistema. Eso claramente trajo consecuencias, pero el problema de raíz siempre ha sido completamente otro y dependerá de ustedes corregirlo.
Los invitamos a seguir mejorando el mundo, para que sea más humano y hermoso de lo que sus tiranos quisieron antes. Nos contactaremos en otra oportunidad, lo que les espera es increíble. Adiós mundo.
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