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Las últimas rebeliones fascistas

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Si bien África había causado un golpe motivacional importantísimo, la preparación por la recuperación del agua aún era una tarea pendiente. Esto perjudicó considerablemente las condiciones humanas de aquellos que vivían en las zonas aledañas a las últimas reservas que aún no eran liberadas. Aquellas localidades comenzaron a informar acerca del déficit hídrico que estaban presentando. De acuerdo a los registros, media Europa y un tercio de América del norte se estaban quedando sin suministros de agua potable. Estábamos iniciando el año, por ende, las alarmas fueron rapidamente encendidas. Las migraciones fueron descartadas, si bien muchos aceptaron dirigirse a las zonas liberadas, muchos más prefirieron quedarse en sus hogares indicando que la huida no sería factible debido a la oposición de la resistencia. Hasta el momento los reptilianos habían sido derrotados en la mayor parte del planeta, África estaba proveyendo de recursos energéticos innovadores, habían nuevas ciudades que estaban siendo construidas y además, los militares indicaban que era factible realizar migraciones sin mayores problemas. Por más que expusimos esto una y otra vez, solo recibimos negaciones por parte de la población. El temor por salir de sus ciudades fue tan grande que muchos de los que querían ser reubicados terminaron por convencerse de que sería imposible. Por más que pensamos y publicamos opciones no vimos alternativas viables y mientras pasaban los días, la cantidad de personas que querían ser reubicadas comenzaron a disminuir drasticamente.

Muchos preguntaron porque los militares tardaban tanto en realizar la última ofensiva, ya habían pasado varios meses desde la última batalla y se suponía que las que faltaban eran menos. Para todas esas preguntas, las respuestas siempre fueron las mismas. Faltaba tiempo, personal y mucha pero mucha preparación. Las bajas en las batallas realizadas fueron bastante perjudiciales y si bien quedaba personal militar, el personal calificado era casi inexistente, por ende, tuvimos que aceptar el hecho de que había que esperar más tiempo para tener una buena preparación, después de todo, se trataba de las reservas más complejas para recuperar. Mientras tanto, aún  se hacía necesario responder a las necesidades de aquellos que solicitaban ayuda. Para mediados de enero, se aprobó que grupos de aviones y buses militares se dirigieran a recoger a aquellas personas que deseaban ser reubicadas, esto nos permitiría convencer a los que temían por su factibilidad y a la vez, aviones bombarderos arrojarían cientos de toneladas de botellones con agua purificada envueltas en paracaídas para abastecer de dicho elemento a las zonas donde era imposible aterrizar o llegar a corto plazo en bus. El plan parecía perfecto, los militares estaban bastante confiados. Fue la peor decisión que pudimos haber tomado. Debimos haber escuchado más a aquellos temerosos que indicaban lo que parecía imposible. Para finales de enero fuimos nosotros los que terminamos por convencernos de que a la resistencia reptiliana había que temerle y no un poco. Esto cuando los primeros aviones y buses destinados a ir, fueron derribados con todos sus pasajeros adentro, cuando raros objetos voladores se les estrellaron a lo largo de toda Europa y Norteamérica. Todo esto visualizado por pantalla en las ciudades que esperaban a los integrantes del nuevo mundo.

La resistencia estaba más que vigente y si bien las zonas militarizadas estaban vigiladas por redes antisociales, nos enteramos de la peor manera de que aún existían miles de grupos alrededor del mundo aún apoyándolos. Desde los escombros como una camada de ratas, fuertes y feroces mercenarios, con tecnología moderna comenzaron acechar pueblos y ciudades completas de la noche a la mañana. Muchas de estas, sin fuerza militar capacitada para defenderla. El mundo es bastante inmenso y si bien creímos tener el control de muchas localidades, ciudades, países e incluso continentes, la realidad es que solo teníamos noción de aquellas zonas donde existían redes antisociales levantadas. En muchos lugares ni siquiera había internet, por ende, ni siquiera eran visibles en nuestro mapa digital. Al otro día del fallido rescate, comenzó el contraataque de la resistencia frente a las costas del mediterráneo tumbando todos nuestros inútiles planes. Lugares que alguna vez formaron parte de Libia, fueron usadas para formar hordas de ejércitos que posibilitaron la invasión de toda la costa sur de Europa. En pocos días, muchos sectores quedaron completamente asediados por invasores que fueron intransigentes en su marcha. La primera reacción fue exigir a los militares la tarea de protección, pero antes de que pudieran pensar en algo, las costas e islas del mar caribe comenzaron a informar que estaban recibiendo fuertes ataques por parte de zonas militarizadas que no habían mostrado actividad desde hace años. Una de ellas, la emblemática bahía de Guantánamo, la cual todo este tiempo estuvo preparando el ataque bajo mar y tierra. Para inicios de febrero, el mapa digital con las zonas en conflicto se disparó y los lugares que ya habían sido liberados comenzaron a disminuir con cada día que pasaba. Solicitudes de ayuda urgente comenzaron a circular por todas las redes antisociales y la señal de S.O.S. volvió a tomar un significado alarmante. No se pudo hacer nada, la mayoría prefirió dejar de informarse porque la paranoia aumentaba considerablemente al ver tanta información en las pantallas. Si bien muchos estábamos obligados a estar informados, muchos ya no queríamos seguir haciéndolo. Iniciando la segunda semana de febrero las centrales de Internet que conectaban los continentes de América con Europa y África comenzaron a ser asediadas. Comenzamos a informar acerca de lo crucial que era mantener estas centrales protegidas, pero solo unos minutos después recibimos un mensaje que aconsejaba el cese de todas las actividades para comenzar a recibir preparación militar por todo aquel que estuviese apto de hacerlo. Un deseo de suerte y éxito fue el último mensaje que pudimos observar antes de que todo el mapa digital quedara completamente en negro.

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